«La gente está harta de la inacción de los gobiernos».

Entrevista con Catalina Pérez

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Catalina Pérez nació en 1948 en el municipio de Montería y es agricultora del departamento de Córdoba. Creció durante los conflictos de la década de 1950 y lleva mucho tiempo comprometida con los derechos de la población rural. De 1988 a 2009 vivió exiliada en Austria por amenazas de muerte. Se presentó a las elecciones parlamentarias por el Pacto Histórico, aunque no logró entrar en el Senado.

El Pacto Histórico surgió como la mayor fuerza de las elecciones parlamentarias colombianas. ¿Cuáles son las razones de este éxito? 

La participación electoral ha aumentado este año, especialmente entre los votantes más jóvenes y el resultado electoral del Pacto Histórico se benefició de ello. Conseguimos 20 escaños en el Senado, pero sin la corrupción habrían sido más. Poco ha cambiado este problema, que afecta principalmente a las zonas rurales. Muchas personas están dispuestas a vender su voto a causa de la pobreza. Eesta vez, muchos jurados electorales experimentados, en su mayoría profesores, fueron cambiados por jóvenes fácilmente manipulables y que a menudo ni siquiera sabían rellenar los formularios.

Mucha gente está harta de la inacción de los gobiernos; en el campo sentimos los problemas, sobre todo en el ámbito de la salud, la educación, la vivienda y los servicios públicos como el agua, la electricidad y el gas, los cuales mantienen una mala administración y son gestionados por empresas extranjeras. Incluso antiguos partidarios de Uribe dijeron, antes de las elecciones, que estaban decepcionados y que darían una oportunidad a los nuevos políticos.

Gustavo Petro y Francia Márquez tienen altas posibilidades de ganar las elecciones. ¿Qué cambios puede lograr un posible gobierno de izquierda?

Para mí, como pequeña agricultora y activista, es importante el desarrollo rural y agrícola en Colombia. En mi caso, se trata de no tener que importar más alimentos. En realidad, pocos países tienen la calidad que se requiere en cuanto a suelos y clima para la agricultura. Pero las políticas neoliberales están arruinando la producción nacional y abriendo las puertas a las importaciones. Las semillas están monopolizadas a nivel mundial y se nos imponen paquetes de agroquímicos que dañan el suelo.

Es evidente que no podremos resolver estos problemas en Colombia en cuatro años. Junto al Pacto Histórico estoy trabajando por un país donde los que nunca tuvimos nada podamos participar y donde se escuche la voz de las mujeres, de las campesinas. Por eso la educación es también un tema importante para mí.

El acceso a la educación es un gran problema en Colombia. Cuando vamos a las reuniones en el campo, muchas mujeres y hombres no saben leer ni escribir. Una población ilustrada que conozca la historia y sea consciente de los cambios que también se han producido en otros países latinoamericanos solo puede existir a través de un acceso socialmente justo a la educación.

El Pacto Histórico es la mayor fuerza en ambas cámaras, pero no tiene mayoría por sí mismo. ¿Cuáles son los límites de un futuro gobierno de izquierda y qué alianzas tendrá que formar?

 Las alianzas son necesarias porque Petro no puede ser presidente por sí mismo. Pero estas alianzas, en mi opinión, también llevan un veneno.  Los representantes liberales se unen porque el Pacto Histórico es la mayor fuerza, con 20 senadores electos y más de 30 diputados en la Cámara de Representantes. Sin embargo, me parece muy bueno que parte de la base liberal no se haya dejado influenciar por la opinión del expresidente y haya buscado una alianza con Petro.

También son necesarias las alianzas con los movimientos indígenas y afrocolombianos y con los pequeños agricultores, así como con los países vecinos.

Pienso, por ejemplo, en Chile, El Salvador y México, pero por supuesto también en Venezuela. Criticamos el modelo venezolano y no queremos copiarlo: es extractivista y tienen una agricultura improductiva, pero eso no debe impedir que volvamos a tener una mejor relación con ese país.

Otra limitación importante es que no hay suficientes izquierdistas en Colombia que estén preparados para gobernar. No tenemos la cantidad necesaria de expertos en nuestras filas que puedan dirigir ministerios. Para eso, y para los procesos administrativos en el Congreso, necesitamos personas adecuadas.

*Elías Korte: Actualmente realiza una pasantía en la Oficina Región Andina de la Fundación Rosa Luxemburgo, en Colombia, como parte de su maestría en Ciencias Sociales. Mantiene un interés especial por los acontecimientos políticos y el proceso de paz en este país, al cual lo ha estudiado a fondo. En su tesis de licenciatura, abordó el dominio de los grupos violentos en el departamento colombiano del Chocó desde la perspectiva de la población civil.