Elecciones 2021 en Venezuela

Debate organizado por el medio digital PH9

Índice

CONTENIDO

Presentación                                                                                                                

Resultados electorales

Debate comunicacional: Elecciones en Venezuela 2021                             

Introducción

I.Participación electoral y sus efectos

  1. Estrategias de recomposición de fuerzas políticas en conflicto

III. Factor internacional, institucionalidad y negociaciones

  1. Agendas programáticas y posibilidades de gobernabilidad
  2. Claves de lectura de los resultados electorales

Nota editorial: Declaración de los EEUU

 

Presentación

Comprender a Venezuela en sus complejas dinámicas políticas, sobre todo desde las izquierdas, demanda comenzar a reconstruir espacios de diálogo y debate político diverso. Dos décadas de una profunda polarización y, durante los últimos años, múltiples crisis con episodios de elevada conflictividad, desaparecieron del espectro público el debate directo y respetuoso entre ciudadanos con posiciones políticas antagónicas o de matices plurales.

Desde esta necesidad, el medio digital PH9[1] promovió un debate entre analistas políticos con trayectorias y posturas distintas, para compartir con su audiencia un marco de interpretación más amplio a las narrativas de triunfadores y vencidos que suele imponerse, a la de los números y los colores con los que se tiñó el mapa venezolano en las elecciones regionales de 2021.

Este encuentro se llevó a cabo el 16 de noviembre, cinco días antes de los comicios, con la participación de Lorena Fréitez[2], Damián Alifa[3], Colette Capriles[4], Reinaldo Iturriza[5] y Javier Biardeau[6]. Y se estructuró en cinco bloques de discusión que permitieron abordar aspectos sobre los procesos de reconfiguración de los actores y las fuerzas políticas, las estrategias y las agendas programáticas y sus impactos, la intervención del factor internacional y, en general, las claves para tener una lectura menos estática de los resultados. Este documento es una transcripción del debate, organizado en el mismo orden como ocurrió.

Resultados electorales

A razón de que este material será difundido días posteriores a la realización de las elecciones, además por lectores fuera de Venezuela, consideramos importante incluir una información breve con algunos datos sobre los resultados electorales. Estas llamadas “megaelecciones regionales” permitieron elegir 3.082 cargos de representación política, correspondiente a autoridades ejecutivas y legislativas de 23 entidades federales y 335 municipios.

Con información del primer y segundo boletín del Consejo Nacional Electoral (CNE), se dio a conocer que votaron  8 millones y medio de personas (8.541.811) de un padrón electoral de más de 21 millones, lo que expresa un porcentaje de abstención del 60%, un número muy alto para la historia electoral venezolana.

Hace solo cuatro años en las regionales del 2017, elecciones similares a éstas, la abstención fue del 40%. De cada 3 venezolanos que votaron en esa elección, uno decidió no participar en ésta.

En términos numéricos los resultados favorecen ampliamente a las fuerzas del chavismo, principalmente, el partido de gobierno PSUV. Faltando aún por conocerse los resultados finales en los estados Barinas y Apure, donde las diferencias son muy pequeñas, el PSUV ha conseguido 18 gobernaciones contra sólo 3 de la oposición. En cuanto a las alcaldías, de los 322 municipios de los que hasta el momento se informaron resultados, el PSUV obtuvo el 64%, la oposición dividida obtuvo el resto: La Mesa de la Unidad Democrática 18%, Alianza Democrática 11% y otros partidos 7%.

A pesar de la victoria del chavismo, es evidente también el desgaste del apoyo al PSUV. De una votación de cinco millones ochocientos mil electores en 2017 pasa a un estimado de 4 millones de votantes, una vez se cierre el conteo de votos. Para muestra, se puede referir el caso del estado Miranda: Héctor Rodríguez sacó 406.000 votos en estos comicios y hace cuatro años su candidatura recibió el voto de 641.736 personas.

Y el desgaste no es solo absoluto sino relativo. El PSUV sacó este domingo la mayoría de los votos en sólo cinco estados, cuando en las elecciones del 2017 lo había conseguido en 17. Sin embargo el llamado voto duro del chavismo, el 20% de la población sigue dando su apoyo elección tras elección.

Por el lado de la oposición los números no son mejores. No solo porque perdieron un gran caudal de votos entre el 2017 y este año, sino por la incapacidad política para generar candidaturas unitarias. Hay casos dramáticos como el del estado Mérida donde el PSUV obtuvo solo el 40% de los votos pero obtuvo la victoria ante la dispersión del voto opositor. O Táchira, histórico bastión de la oposición, donde la candidata Laidy Gómez pierde por menos de cuatro mil votos y el apoyo del tercero o incluso del cuarto contendiente le hubiera dado la victoria.

Debate comunicacional: Elecciones en Venezuela 2021

Introducción

Lorena Fréitez. Voy a hacer una introducción sobre el contexto donde nos encontramos y las elecciones en dónde se sitúan. Lo primero que nos llamaba la atención cuando iniciamos este debate es que desde 1999 hasta 2007 en Venezuela tuvimos un promedio de participación electoral del 58%, casi el 60% de la población se manifestaba, participaba de la política a través del voto. En múltiples momentos de alta tensión social y política durante el gobierno bolivariano, las elecciones tendieron a funcionar como un dispositivo capaz de resolver, al menos coyunturalmente, el conflicto.

Sin embargo, desde el año 2018 observamos la pérdida de la eficacia de este dispositivo. Las elecciones pareciera que dejaron de ayudarnos, a la sociedad venezolana, a resolver nuestros conflictos políticos. Observamos que desde ese momento tuvimos una disminución de la participación casi de 20 puntos. El menor nivel de participación que obtuvimos fue el año pasado con 31% de participación en las elecciones legislativas.

Pareciera que se instalan en el país unas condiciones donde algunas fuerzas políticas parecen conformarse, solamente, con la movilización de sus maquinarias. Otras se debaten entre renunciar a la vía democrática o ir a las elecciones, pero en unas condiciones difíciles, con sus bases desarticuladas y con un electorado, en general, muy desafecto. Un electorado desencantado de la política y de sus instrumentos.

En este contexto, el episodio electoral de este 21 de noviembre, pareciera tener sobre sus hombros la difícil tarea de emitir señales que permitan que la población se vuelva a reconciliar con la política, vuelva a creer en la política y en la vía democrática electoral como la vía privilegiada para resolver los conflictos políticos en Venezuela.

Es así que el espíritu general de este debate girará en el para qué de estas elecciones, ¿qué gana y qué pierde el país, su gente, con estas elecciones? Considerando que, si bien este país no es el mismo en términos de conflictividad política que el de los años 2017, 2018, 2019, el conflicto político sigue abierto. Hay dificultades para gobernar la economía, la situación económica es difícil, la desigualdad crece, a pesar de que vemos una leve recuperación económica y podríamos hablar de un goteo de dólares, es evidente que la desigualdad se ha acentuado.

Igualmente, el tema de los servicios públicos no se termina de estabilizar, el diálogo político en México está suspendido hasta nuevo aviso y la sanciones no amainan. El asunto de los derechos humanos tampoco parece resolverse, ahora tenemos en curso una investigación formal de la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad. Entonces, en este contexto que estoy describiendo, ¿qué papel pueden jugar estas elecciones?.

Sabemos que el futuro de las mayorías no es “en abstracto”, el futuro de las mayorías depende del comportamiento de sus élites, depende de la dirección estratégica que impongan, de sus arreglos, de sus pactos, de sus tensiones.

Entonces, el debate se va a balancear en un eje que tiene dos polos: Un eje que va a analizar el comportamiento político de las mayorías, su interés o desinterés por la política; y otro, que va a analizar el comportamiento político de las fuerzas que se disputan la conducción de la sociedad.

Descargar el dossier

[1] PH9 es un medio digital independiente creado en Venezuela en 2020, para ejercer lo que hemos llamado un periodismo de complejidad con el que priorizamos narrativas donde las mayorías populares son protagonistas desde su capacidad de movilización, denuncia y construcción social y, a su vez, intentamos trascender los sesgos interpretativos de la polarización política que vive nuestro país.

[2] Lorena Fréitez es psicóloga social y analista político.

[3] Damián Alifa es sociólogo egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), coordinador de la sala situacional de la agencia de comunicación política Hinterlaces.

[4] Colette Capriles es psicóloga social, filósofa, profesora de la Universidad Simón Bolívar y consultora de la organización no gubernamental Foro Cívico.

[5] Reinaldo Iturriza es sociólogo e investigador. Ex-ministro de comunas y movimientos sociales.

[6] Javier Biardeau: Sociólogo, analista político y profesor de la UCV.