Transición, transformación y rupturas en la Venezuela Bolivariana

En el año 2016, la Fundación Rosa Luxemburg conjuntamente con el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, Celarg, publicaron el libro Transición, Transformación y Rupturas en la Venezuela Bolivariana. Este esfuerzo, que supuso la difusión de una serie de investigaciones cortas sobre distintas aristas de la compleja realidad política, económica y social venezolana, es un rico aporte al debate sobre los horizontes, tensiones y contradicciones que puede alimentar las discusiones no sólo en Venezuela, sino en la región. Les presentamos la reseña del lanzamiento del libro escrita por Vanessa Davis (abril de 2016), pues recoge el ánimo del debate que se ha querido promover.

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¿Camina Venezuela hacia el socialismo? La gran pregunta que se hace la izquierda criolla

Fuente: Contrapunto

Once autoras y autores le entran de lleno a la discusión -entre otros temas «incómodos para la burocracia»- sobre el consumo, la participación comunal, el feminismo y el PSUV

Si Venezuela camina o no hacia el socialismo es la gran pregunta que ronda muchas cabezas. En las de algunos, porque temen que socialismo sea igual a miseria y corrupción; en las de otros, porque están convencidos de que el socialismo busca labrar una vida mejor para todos. El libro Transición, transformación y rupturas en la Venezuela Bolivariana, presentado este jueves en la noche en la Sala Frida Kahlo del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg), pone en blanco y negro un debate que acompaña a la izquierda venezolana, especialmente a la que ha sido expulsada de la gestión del Gobierno: ¿Va el proceso bolivariano hacia el socialismo, como lo planteó en algún momento el expresidente Hugo Chávez?

El libro es el resultado de un trabajo colectivo e individual, que pone el acento en tratar de comprender los dilemas y problemas del proyecto bolivariano en la transición al socialismo, expuso Anais López Caldera, investigadora y compiladora. Son 11 investigadoras e investigadores quienes intentan «ponerle carne» al esqueleto de una vieja discusión de la izquierda mundial, y también, de la venezolana: Anais López Caldera, Alba Carosio, Alexandra Martínez, Emiliano Terán Mantovani, Enrique Rey Torres, Jesús Machado, Jesús Puerta, Leonardo Bracamonte, Manuel Sutherland, Nelly Prigorian y Víctor Álvarez.

Editado por la Fundación Rosa Luxemburg y por el Celarg, el texto aborda temas que podrían resultar tabú para más de uno. Por ejemplo, si el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) es o no una herramienta para construir el socialismo (trabajo de Nelly Prigorian), o si el consumo de la sociedad venezolana se compagina con el de un país que espera ser socialista (estudio de Alba Carosio). Esta es «una invitación para entender hacia dónde vamos como país», manifestó Alexandra Martínez, integrante de la Fundación Rosa Luxemburg.

Libre de prejuicios, este experimento permite el debate «desde una diversidad de miradas», destacó Martínez. Una de ellas es la de Prigorian, quien admitió -al hacer alusión al PSUV- que le llamó la atención «la constitución del tribunal disciplinario para un partido que no existía»; en su criterio, eso dio paso a «la no-crítica». Otra, la de Sutherland, quien evaluó que Venezuela se encuentra «en su crisis económica más profunda» mientras la izquierda cumple un «rol callado» en la superación de los errores.

Incómodo para la burocracia

Transición, transformación y rupturas en la Venezuela Bolivariana intentó responder, desde un principio, a una problemática consolidada en el proceso bolivariano, señaló Javier Biardeau, investigador y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Hugo Chávez delineó una agenda contra el neoliberalismo y contra el imperialismo, además de la tarea de pensar el socialismo para Venezuela y para el continente. Para una izquierda que venía del duelo de la caída de la Unión Soviética, las propuestas de Chávez -a comienzos del siglo XXI- fueron una esperanza, destacó Biardeau.

Tal como lo recordó el profesor ucevista, hablar contra el neoliberalismo era una forma de ir contra la corriente, ya que incluso la palabra imperialismo había sido desplazada por otra más «correcta»: globalización. Chávez rompió así, incluso, con el orden del discurso de la época.

Este libro surge en lo que Biardeau calificó como un momento paradójico para América Latina, ya que cada vez que se habla de la transición al socialismo viene «una avalancha de la derecha», como sucedió en Nicaragua y en Chile, caracterizó. Pero además existe un desfase entre el día a día y la reflexión necesaria para superar los problemas, acotó el analista. Por ello, lo que para las nuevas generaciones de la izquierda luce como algo nuevo, en realidad no lo es, porque ya se afrontó en el pasado.

En su opinión, parece haber una diferencia entre el momento del Chávez vivo y el momento de la ausencia de Chávez y el devenir «contradictorio y complejo del proceso bolivariano». Los recogidos en el texto, sopesó Biardeau, son «trabajos incómodos para la burocracia, porque plantean la agenda de la transición al socialismo» mientras el Gobierno insiste en la agenda de la «recuperación económica». De hecho, ningún representante de esa burocracia participó en la presentación de Transición, transformación y rupturas en la Venezuela Bolivariana, aun cuando el lleno de la Sala Frida Kahlo del Celarg ratificó que la discusión está más vigente que nunca.